Este libro precioso es un diario de huerta, la pequeña belleza, huella de una vida en la tierra en conexión con otras vidas. Una semilla.
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En el Mar pequeño del que peregrina Diego Alfaro Palma cultiva una escritura atenta a lo fugaz. Se mueve entre lo agreste y las técnicas de crianza, el apuro y la lentitud, lo antiguo y lo nuevo, lo humano y lo demás como un gesto que borra fronteras y abre ese campo “que no conozco, pero imagino para que exista”. Instala pequeños almácigos en los que crecen listas de libros, poemas, prosas propias y ajenas. Esparce semillas, abre surcos como versos, se deja instruir por los teros y los ratones. Agradece el fracaso y el cansancio, tiene amor, amigos, toma distancia para dejar que la poesía haga su trabajo.
“Yo he visto el fantasma de mi abuela enseñándome algo de las rosas.
Laura Escudero Tobler
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