“El 22 de abril de 1985, la sociedad argentina enfrentó sus fantasmas. Comenzaba el Juicio a las Juntas. Se iban a juzgar las atrocidades de la dictadura pero había temores de una restautación militar. Los todopoderosos comantantes, que habían gobernado a sangre y fuego durante casi seis años, se sentaban en el banquillo de los acusados. […]”